Escuelita viajera, esperanzas en cada parada

 

 

En el corazón de la Fundación Taller de Anik reside un sueño ambicioso con una premisa fundamental: materializar una escuela-taller itinerante que lleve consigo oportunidades de acceso a diversas experiencias pedagógicas de las artes y deportes, a numerosas comunidades aisladas y distantes de los centros urbanos.

En muchos de estos territorios, por su ubicación geográfica, se dificulta el acceso a procesos pedagógicos relacionados con las artes, las culturas, el deporte y otras actividades esenciales para el desarrollo integral de los niños y niñas. Por eso, se utiliza una casa rodante como herramienta esencial y símbolo de movimiento, porque nuestro enfoque se centra en la modalidad comunitaria del teatro itinerante, como una vía concreta para integrar a estas comunidades al movimiento cultural del país.

Esta escuelita rodante también lleva consigo un espectáculo cargado de emociones, colores, personajes, situaciones y aprendizajes, para quienes tienen mayores dificultades para acceder a experiencias culturales. En este vehículo viaja un equipo humano capacitado y acompañado de escenografía, materiales y equipos suficientes para itinerar de forma autónoma por distintos territorios del país, e incluso por zonas fronterizas. El proyecto busca potenciar el intercambio cultural, generando espacios de diálogo y expresión artística para los habitantes de cada comunidad, que establezcan vínculos cercanos a través de la escucha pedagógica, fomentando la participación y promoviendo la eliminación de barreras sociales.
En su dimensión formativa, el proyecto también contempla la realización de talleres y conversatorios dirigidos a madres comunitarias del ICBF, agentes educativos y familias de la primera infancia.
 

 

 

 

Nuestras actividades están orientadas a fortalecer las prácticas pedagógicas a través de los siguientes ejes:

  • Fomentar una escucha abierta y sensible, que trascienda los límites del oído (Pedagogía de la Escucha).
  • Reconocer y valorar los diversos lenguajes, símbolos y códigos que las personas y comunidades utilizan para expresarse y comunicarse.
  • Brindar herramientas técnicas de las artes y deportes para fortalecer las practicas propias.
  • Posibilitar espacio de aprendizajes integrales que abarquen la construcción de paz desde a comprensión y gestión pacifica de los conflictos
  • Construir aprendizajes significativos a partir de la experiencia y el dialogo.
La Casa Rodante de FUNTANIK representa un compromiso concreto con la democratización del acceso a la cultura y la educación en comunidades apartadas. Con tu apoyo llegaremos más lejos y podremos transformar juntos la vida de muchas personas.
Tu aporte mueve arte y educación, contigo vamos un kilómetro a la vez